Los proyectos Derechos a la vivienda y H4Y FUTURO de Provivienda y HOGAR SÍ, financiados por los fondos Next Generation a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, y en colaboración con 12 administraciones públicas, han consolidado el enfoque centrado en las personas como una de las herramientas clave para transformar el sistema de atención al sinhogarismo.
Este modelo, abordado desde el marco de la desinstitucionalización, supone pasar de aquel basado en la atención asistencial de personas en instituciones a un modelo de atención comunitaria y personalizada, donde las personas pueden elegir donde vivir, y hacerlo integradas en su comunidad.
Derechos a la vivienda y H4Y FUTURO están orientados a favorecer la autonomía, aumentar el control y la elección de las personas y garantizar su derecho a vivir independiente en una vivienda en la comunidad. “Normalmente en el enfoque desde una institución la persona se tiene que adaptar a la institución. Mientras que en nuestro enfoque lo que buscamos es que sea el modelo el que se adapte al proceso de la propia persona”, explica Pablo, técnico de Derechos a la vivienda en Gijón.
Apostar por un modelo personalizado
Dentro de la metodología de los proyectos de innovación es importante señalar que “no trabajamos desde una manera directiva, sino direccional”, como apunta Ángela, técnica de Derechos a la vivienda en Madrid, para que la persona recupere la autonomía plena de su vida y la labor de las técnicas se mantenga desde el acompañamiento.
En definitiva, una de las claves para alcanzar esta autonomía es que el modelo se basa en la desinstitucionalización y el enfoque centrado en la persona. Tal y como apunta Ángela: “Una de las habilidades que debemos tener los técnicos a la hora de acompañar es saber leer a las personas, darles su espacio y, sobre todo, escucharles”.
