Yorduin Morillo, un joven de 24 años procedente de Venezuela, ha encontrado en el programa H4Y FUTURO una oportunidad para transformar su vida. Antes de su participación en este proyecto, Yorduin y su pareja estuvieron viviendo cuatro meses en un albergue con otras 160 personas. Allí compartían una habitación con más de 20 personas y tenían que pasar el día entero en la calle, pudiendo acceder al albergue solo unas horas al día.
«El refugio era solo para dormir. Tenías que estar todo el día fuera», contó Yorduin. Esta situación le llevó a pasar largas horas en la calle con su pareja, intentando sobrellevar la precariedad de su situación. Las difíciles condiciones de vida en este centro contrastan drásticamente con lo que encontraría más adelante en el programa H4Y FUTURO.
El impulso: apoyo integral y formación
La entrada de Yorduin en H4Y FUTURO marcó el inicio de un cambio radical. “El programa superó todas mis expectativas. El primer día me preguntó mi técnica de acompañamiento cómo me sentiría más cómodo: si estando solo yo, con mi pareja o compartiendo piso con otra persona del programa. Yo le dije que preferiría vivir con mi pareja. Nunca pensé que nos conseguirían un piso solo para nosotros», comentó sorprendido por la rapidez y eficacia con la que le ofrecieron un hogar. Esta estabilidad residencial fue un primer paso para dejar atrás la incertidumbre y comenzar a reconstruir su vida. “Lo que más me gustó fue cuando me preguntaron cómo me sentiría más cómoda”, expresó con alegría.
Además de proporcionarle una vivienda, el programa le ofreció acceso a servicios legales y apoyo en la búsqueda de empleo. Yorduin aprendió a redactar un currículo y a utilizar portales de empleo, herramientas esenciales para su integración laboral. «Tuve acceso a abogados, orientación laboral y apoyo económico para alimentos», detalló.
El camino hacia la autonomía
La filosofía del programa, centrada en la autonomía de sus participantes, resonó profundamente en Yorduin. «Siempre trataba de hacer las cosas por mí misma y no depender todo el tiempo de la organización. Si había algo que no podía hacer, consultaba con mis técnicos y me ayudaban. Aproveché todo lo que me dieron para que al salir del programa no me tomara tan de golpe», explicó. Esta autonomía le permitió manejar sus propios trámites y encontrar un empleo que le facilitó la transición a una vida autónoma fuera del programa y encontrar un nuevo hogar. “Fue muy difícil encontrar una vivienda, unos amigos nos ayudaron con el tema de los papeles y lo conseguimos”.
Durante su año en H4Y FUTURO, Yorduin aprovechó al máximo los recursos disponibles. HOGAR SÍ y Provivienda le facilitaron un curso básico de barbería, el cual completó con éxito. Motivado por esta formación inicial, una vez fuera del proyecto decidió continuar su educación de manera independiente, costeándose él mismo un curso profesional de barbería.
Ahora, con su formación profesional en marcha y una estabilidad que parecía inalcanzable hace solo un año, Yorduin y su pareja tienen claro su próximo objetivo: «Más allá de seguir formándome y trabajar de barbero, nuestro plan es regresar a Venezuela. Venimos aquí para poder invertir allí y volver». La historia de Yorduin no solo es un testimonio de su resiliencia y determinación, sino también un reflejo del impacto positivo que programas como H4Y FUTURO pueden tener en la vida de jóvenes en situación de sinhogarismo.
Yorduin Morillo es un ejemplo inspirador de cómo, con el apoyo adecuado, es posible superar la adversidad y construir un futuro mejor. Su historia destaca la importancia de programas integrales que no solo ofrecen una vivienda, sino también las herramientas necesarias para alcanzar la verdadera autonomía y una vida plena en comunidad. «Me siento contento con cómo estoy ahora», concluyó Yorduin con una sonrisa que reflejaba el largo camino recorrido desde el refugio hasta la estabilidad y la esperanza.