El pasado miércoles 8 de febrero, tuvo lugar la presentación pública de la Estrategia estatal de Desinstitucionalización para una Buena vida en Comunidad, impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
El lanzamiento de esta estrategia supone la apuesta de la política nacional por la desinstitucionalización de las personas sin hogar, es decir, por programas basados en vivienda, por metodologías centradas en la persona que realmente trabajen por su autonomía para salir de la calle y, en definitiva, por el éxodo de una asistencia hasta ahora totalmente institucionalizada, que no ha promovido más que en la cronificación de la exclusión y abandono de las personas en situación de sinhogarismo.
Para la elaboración de la Estrategia, el Ministerio ha contado con personas “expertas por experiencia” que pueden hablar, de primera mano, de desinstitucionalización. Laura (pseudónimo), clienta de nuestro programa Derechos a la vivienda, es una de ellas, y hemos recogido su testimonio sobre su participación en este proceso de elaboración y sobre su recorrido vital hasta llegar a ser experta por experiencia:
PREGUNTA: Hola Laura, cuéntame un poco de ti.
RESPUESTA: Me llamo Laura Berzal y tengo 55 años.
PREGUNTA: Tú estuviste en situación de calle, y me gustaría saber cuánto tiempo.
RESPUESTA: Sí, estuve en situación de calle, sola, durante 5 meses, hasta que un equipo del Samur vino y me llevó al albergue de Pinar de San José.
PREGUNTA: En ese momento comenzó para ti una nueva etapa en albergues, ¿no?
RESPUESTA: Sí, en San José me daban desayuno y cena, pero a las 8 de la mañana nos dejaban en la calle, y nos recogían de nuevo a las 8 de la noche. Tenía que buscarme la vida para comer y para todo.
PREGUNTA: ¿Te ayudó en algo la estancia en este albergue?
RESPUESTA: No, volví a la calle durante bastante tiempo, sinceramente, en una situación bastante mala. Lo pasé muy mal, muy mal, muy mal, porque la gente abusaba mucho de mí. Después me llevaron a CEDIA, y de ahí me mandaron ya a San Isidro.
PREGUNTA: ¿Qué tal la atención en los albergues y centros en los que estuviste? ¿Has recibido algún tipo de atención?
RESPUESTA: Hay gente muy buena. Especialmente en San Isidro. Pero la comida era malísima, un asco. Andábamos todos con nuestra botellita de suero, porque todos teníamos diarreas y gastroenteritis. Éramos mucha gente en ese centro.
PREGUNTA: Y ¿cómo te sentías en el albergue?
RESPUESTA: En los albergues lo pasé muy mal. Sentía mucha rabia. Había mucha inhumanidad.
PREGUNTA: ¿Por qué quisiste participar en el programa de desinstitucionalización, Derechos a la vivienda, en el que te encuentras ahora?
RESPUESTA: Porque yo no quiero las instituciones. No. ¿Qué es una institución de 400 personas? Hacinadas. Con guarrería en los baños. Que las peleas son diarias.
PREGUNTA: ¿Consideras que un sistema institucionalizado funciona?
RESPUESTA: No, no funciona. ¿Y cómo sacamos a tanta gente de ahí? Mucha gente. Además, hay gente que se acomoda, se acomoda a la institución, sin darse cuenta de que después les echan o les mandan a residencias.
PREGUNTA: Y entonces, Laura, ¿qué significa para ti la palabra desinstitucionalización?
RESPUESTA: Pues mira, para mi significa ser más libre, ser más independiente, poder decidir yo por mí misma. No tener horarios. Pero también soy consciente de que no es para siempre, quiero buscarme mis propias metas. Quiero hacer cursos, quiero hacer cosas, cosas que no podía hacer estando en un albergue.
PREGUNTA: ¿Qué plan de futuro tienes? ¿Qué cosas quieres hacer? ¿Cómo te ves dentro de 1 o 2 años?
RESPUESTA: Mira, sobre todo quiero recuperar a mi hijo, mi hijo el mayor. Quiero hacer cursos y salir de la calle, porque la calle te atrapa. Tampoco quiero estar dos años en el piso, quiero lograr antes valerme por mí misma.
PREGUNTA: ¿Consideras, entonces, el programa de desinstitucionalización en el que te encuentras como una oportunidad?
RESPUESTA: Sí, por supuesto. La gente que venimos de la calle tenemos muchos problemas psiquiátricos, y desde que estoy en un piso ya no los tengo. Ya puedo dormir sin pastillas. Y puedo pensar que tengo un futuro, que mi hijo me espera, y que puedo conseguir un trabajo.
PREGUNTA: Has participado recientemente como “experta por experiencia” en la elaboración de la Estrategia estatal de Desinstitucionalización. ¿Qué te ha parecido que contaran contigo en este proceso?
RESPUESTA: Me pareció genial. Me propusieron ser portavoz y en seguida acepté. No solo por salir un poco de la monotonía, sino por defender a mujeres como yo, que venimos de la calle, o de estar en albergues que, si llegabas 10 minutos más tarde del cierre, te dejaban en la calle. ¿Qué solución es esa?
PREGUNTA: ¿Te gustó participar? ¿Volverías a hacerlo?
RESPUESTA: Sí, yo quería decir en el Ministerio que las instituciones son hacinamiento, que no se puede tener a 20 mujeres en literas compartiendo un solo baño, no se puede. Esas mujeres podrían tener su casita, ojalá la tuvieran todas. Se merecen algo mejor.